Con un envase más práctico, fácil de transportar, que se enfría más rápido y es adaptable a distintos momentos del día, Marló Dulce se suma a la creciente oferta de vino en lata que viene marcando el pulso del mercado.

Año tras año el consumo de bebidas en lata sigue creciendo en la Argentina. Según datos del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) durante el 2021 la lata tuvo un aumento de un 77% en la categoría de envases, siendo el de mayor crecimiento, al tiempo que la venta de vino en este formato sumó 2.539.000 litros el año pasado. 

Lucía Bacigalupo Brand Manager de Marló Dulce analiza esta tendencia: “Se trata de un envase nuevo,  que ha sido bien aceptado por el público joven y que tiene un gran potencial por delante” y agrega: “Pasamos a este formato para seguir innovando y expandiendo nuestra línea de productos, dado que la lata es una gran alternativa en este segmento para el consumo individual. Esto no es nuevo para nosotros ya que contamos con New Age en lata desde 2020 y los resultados de ventas han sido excelentes. Esperamos continuar ese éxito con Marló”.

En nuestro país, el vino en lata continúa su ascenso y el motor de este cambio tiene que ver con los hábitos de consumo de las nuevas generaciones: la lata es más liviana que el vidrio, tarda menos en enfriarse, resiste mejor los golpes y es fácil de transportar lo que asegura un consumo más espontáneo.

El resultado es conveniente, ya que por un monto significativamente menor a una botella  se puede disfrutar de un momento personal junto a una copa. Ya no hay que preocuparse por cómo conservar el vino restante porque la lata es un contenedor de tamaño único listo para servir.

Marló Dulce busca reflejar esas ocasiones en que las personas se desconectan de la rutina y disfrutan de un vino, a solas o con amigos. Pensado para consumidores urbanos, activos e informales, Marló Dulce en lata llegó para ser una excelente opción para todos aquellos que buscaban un vino blanco dulce, liviano y sutil.