Desde su nacimiento en 2016, Burbujas y Sabores se ha convertido en la celebración icónica del departamento y en una experiencia distinguida a nivel provincial. Y es lo justo, hace 117 años Carlos Kalles y Luigi Tirasso dieron vida al primer espumante argentino donde hoy funciona la bodega Santa Ana. Por eso, este ciclo es una forma más de estimular y de rendir homenaje a todo lo que se produce en Guaymallén: es sede de más de quince establecimientos vitivinícolas que elaboran 10 millones de botellas anuales, está inmerso en una tierra fructífera para el cultivo de verduras y hortalizas que lo posicionan dentro del segundo cinturón verde del país, el camote es el producto insigne y es reconocido por su sabor y cremosidad, cuenta con numerosas hectáreas de olivos y representa el 30% de la floricultura mendocina.

Como es tradición, el evento despidió anoche su cuarta edición en el Hotel InterContinental Mendoza. El Gran Salón del Sol fue el epicentro de un despliegue de altísima calidad que incluyó ocho estaciones gourmet con platos distintivos del departamento y sabores criollos, saludables, italianos y españoles, chilenos y peruanos, árabes, asiáticos y pastelería francesa; más una mesa con variadas frutas de estación. 

El arte culinario fue perfectamente maridado con lo mejor de la producción de más de 20 bodegas, entre ellas Uva Negra, Famiglia Banno, Cavas del 23, Tandem, Nasha Wines, Familia Valencia, Pascual Toso, Pannunzio Wines, Lenor, Doña Paula, Reginato, Amadeo Marañón, Santa Julia, Barberis, Angelado Wines, Los Coros de Payne, Tamascal, Cooperativa Vitivinícola de Mendoza, Cava Rimé, Huentala Wines, Barzola, Cicchitti y Gran Casa Vinos.

La Gala contó con la presencia de los emprendedores regionales, dispuestos en un sector especial donde pudieron dar a conocer sus trabajos y proyectos. Así, el público también pudo degustar y adquirir dulces, conservas, aceites de oliva, crema de maní, licores artesanales, frambuesas orgánicas, salsas, chocolates y quesos. Participaron Tía Clara, Capsicum, Good to eat, Pierino, Therome, Drescher, Momentos, Estilo Utu, Heritage y Bereziak.

Como detalle, las obras de seis artistas le dieron impronta al encuentro y sellaron su identidad. Fue una amalgama de óleos, acrílicos y pinturas, bajo las firmas creativas de Gabriela Cabeza, Alejandra Pastor, Rosana Behler, Perla Composto, Mariana Pelichone y Elba Miranda.

Desde el escenario, la música en vivo enmarcó la velada con el talento de las voces y un amplio abanico de instrumentos. La apertura estuvo a cargo del Ensamble de Jazz de la Municipalidad de Guaymallén, que luego de su repertorio dio paso a la actuación del grupo The Blues Road. Mientras que Swingstone coronó el cierre con grandes éxitos del jazz y el swing.

Acompañado por el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, Marcelino Iglesias brindó con los presentes por el éxito de este ciclo que continuará afianzado en el calendario departamental: «Esto, de alguna manera, es una evaluación de la gestión. Justo con esto termino mi primer mandato y, en definitiva, lo que la gente evalúa no es sólo el evento en sí mismo, que es un evento festivo luego de un año duro de trabajo, sino también el rumbo y las formas de una gestión. Este año tenemos un motivo adicional para festejar. El estudio del historiador Pablo Lacoste, mendocino y guaymallino, ha determinado que el primer espumante que se produjo en el país se hizo en lo que hoy es la bodega Santa Ana, en el año 1902. Esto a nosotros nos compromete más con la trayectoria y estamos empezando a dar los primeros pasos para que la denominación de origen de lo que en otros lados llaman champagne o sparkling o cava o prosecco, acá se llame Guaymallén. Hoy voy a levantar la copa celebrando por todo el trabajo que hemos realizado pero, fundamentalmente, haciendo votos para que sigamos trabajando en este mismo rumbo».