Los festejos se hicieron sentir en este día del amigo y de manera diferente.
La ciudad de Mendoza ideó un protocolo estricto para que todos puedan disfrutar de los festejos de manera segura. Uno de los lugares elegidos por naturaleza fue la mítica calle Aristides que mostró su colorido luego de mucho tiempo.
Con preventores controlando que se cumplan a raja tabla lo establecido y bares cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene los amigos tuvieron una jornada tranquila y ordenada, distinta pero buena en fin.