Ubicada en Agrelo Lujan de Cuyo y rodeada de una hermosa historia Bodega Caelum es el fiel ejemplo del trabajo familiar.
Con la explosión de la industria vitivinícola el los 90´Mercedes Díaz, su propietaria, decide adosar a la finca la plantación de uva Malbec con el fin de comercializarla a las grandes bodegas vecinas que tenía. Con la ponderación de la uva un año toma la decisión de hacer un llamado familiar y proponerle a sus hijos, que residían en Buenos Aires y estaban terminando sus carreras, venirse a Mendoza a empezar a construir un nuevo camino con su propia línea.
Siempre con la misma idea de usar uvas propias en un 100% empezó a tomar forma la bodega, es así que en el año 2009 realizaron la primer vendimia, comenzando con 40000 botellas y hoy llegando a las 70000.
Principalmente se elaboraron vinos tintos (Malbec y Cabernet Sauvignon) luego comenzó a diversificarse la idea de los vinos que querían tener y plantaron otras cepas (Torrontes, Fiano, Chardonnay, Pinot Noir, entre otras).
Hoy el porfolio posee 18 etiquetas para todos los gustos, bajo el mismo lema de uvas 100% propias.
“El significado nace del tan solo el hecho de mirar al cielo y contemplar su hermosura, es así que se busco una constelación que nos pueda representar, Caelum representa un cincel herramienta del escultor, fue la indicada por la filosofía de bodega chica, artesanal además de que la palabra en latín significa Cielo y eso también nos daría herramientas a la hora de desarrollar las etiquetas” explicó Constanza Pimentel propietaria de la misma.
Las complicaciones de la pandemia atrajeron nuevas oportunidades, el incremento del consumo interno fue en subida, si bien la bodega exportaba un gran porcentaje de su producción esta situación se revirtió siendo ahora el mayor consumidor el mercado interno.
El recomendado:
Caelum Cabernet Sauvignon gran reserva (2014)
Características:
100% Cabernet sauvignon de uvas propias de Agrelo, con una fermentación alcohólica en tanque, luego 20 meses en barricas de roble francesa de primer uso, se fracciona y se deja estacionar dos años en botella.
Es muy sedoso, amable y bien redondo en boca.